domingo, 23 de agosto de 2009

EN LA ESPERA

Situaciones curiosas mientras una damisela espera en el bar a sus amigos que tardan en llegar:
  1. Al llegar al bar, la joven se sienta en una mesa y sin darse cuenta, frente a ella se encuentra un joven que la observa fíjamente y flirtea con ella. La señorita hace caso omiso y a los pocos minutos del desdén, el chico emprende camino con rumbo desconocido.
  2. La muchacha pide una cerveza media Pacífico (no hay oscuras ni ambar como ella hubiese querido). Más tarde se da cuenta que le cobraron de más. En su vida barística han transitado solo caguamas, de ahí su no conocimiento sobre el verdadero costo de las medias.
  3. Un hombre semi ebrio se le acerca y le pide un cigarrillo. Ella, nada egoista, se lo da. El hombre trata de iniciar una charla con la antes mencionada, dándole datos sobre su persona (nombre, edad [dijo 24, ella no le creyó], ocupación...) e invitándola a sentarse en el banco de al lado, junto a él, para evitar la soledad. Le asegura una charla inolvidable. Ella, amablemente le da un "no gracias" por respuesta. Después de insistir unos momentos, con la misma negativa, el hombre se escabulle hasta la silla que ocupaba.
  4. Una clásica señora vendedora de flores atraviesa la puerta y al pasar junto a la chica que continúa esperando, se le acerca, le toma el brazo, le sonríe y con palabras emotívamente consoladoras le dice "Todo estará bien." La chica sin saber qué responder logra articular un automático "Gracias!" mientras la señora se aleja y recorre el lugar en busca de clientes. Cientos de segundos adelante y en un último recorrido, la señora de las flores se despide de la doncella con una sonrisa maternal.
  5. Al pasar por tales acontecimientos, la joven decide escribirlo en su inseparable cuaderno Scribe rojo 50 hojas blancas (su economía y su no snobismo le impiden poseer una Moleskine). A los minutos llegan aquellos esperados caballeros de tan agradable figura y uno de ellos, el visitante heredero de la dinastía mitológica, le pregunta "¿Qué haces?". Jovencilla ella sonríe y contesta: "Anotando situaciones curiosas que pasan mientras una damisela espera en el bar a sus amigos que tardan en llegar".
  6. Los jóvenes justifican su retraso con la anécdota de un carro transformer. Ella, alegre, les creé. Deja pasar los minutos y con el mucho blablablá y el mucho glugluglú y el bastante jajajá, se olvida de todo, hasta de cómo se llama la estrella que acompaña a la luna.

2 comentarios:

Esquina Tijuana dijo...

Roxxxxxxxxx yo también te extraño!!!
Ya tenemos que hacer algo estos días, amiga, pa compensar el tiempo perdido.
Me ha gustao mucho esto que posteaste, me imaginé algunos baruchos conocidos, alguna vendedora familiar, al borrachín/galán de rigor jajaja y a la que espera y escribe. Molto cura.

besos [neta: hay que ponernos de acuerdo pa vernos esta sema, no?]

Semidios dijo...

snif, pero fue cierto, todo eso nos pasó :( jajajaja