martes, 6 de agosto de 2013

RaLey

Sin mar por la vida andas, triste, a la espera de ver pronto ese tu remanso.

Joven, tibio. Tus ojos dulzura, tu melena suspiro.
Y es que a la distancia imagino un andar lento lleno de brisa y melancolía, dador de vida.
Preparas tu magia en letras y sonetos. Siempre relator de historias, de poesía, de recuerdos.

¿Cuántos kilómetros pueden dejar de existir con estas ganas de escucharte, tímido, así cerquita?
¿Cuántas horas, cuantos días?
Esperaré en las próximas lunas con estambre entre las manos, tejiéndote una bufanda para ese frío tuyo recalcitrante, lleno de nieve y de delicia.

Procuraré mientras imaginarte así, frente al mar, a blanco y negro, también en la espera de que una de esas lunas te transporten hasta este salado lugar.