lunes, 16 de septiembre de 2013

A DESHORAS


Dulce y cotidiano
se ha vuelto este vaivén
de diálogos, poesías y canciones.
Alimento intelectual, espiritual.
Y es que te observo,
hermosa pieza de luz;
te construyo en mente, en el vacío, estética quimera.
Te siento surcando con tantos dedos
estos rizos míos, finitos.
Te espero ojos susurro, ojos nostalgia
para sumergirme en su acuario, mi arcadia.
Ven, no tardes limpia sonrisa, 
hoyuelos mágicos, hechiceros
que me tornan en fiel guardián de esos tus sueños.
De tu voz, de tus labios.
No tardes.
Te espero entre el sueño y la conciencia,
ahí donde siempre coincidimos, 
ahí donde tu mirada y mi mirada,
tus palabras, mis palabras se fusionan
se convierten en burbujas, mariposas.